Por estos días se dio a conocer la noticia que después del fallecimiento de Martín Elías, su esposa Dayana Jaimes había solicitado el registro de su nombre, imagen y firma para evitar que personas «oportunistas» usaran la imagen del cantante para comercializar y ganar dinero.
En este proceso, se presentó una oposición por parte de la ex esposa de Martín, Caya Varón, quien pidió que Martín Díaz Varón (Martincito), hijo de Martín en su primer matrimonio, estuviera incluido y figurara como heredero y beneficiario de la marca, pues en la petición de Jaimes solo aparecía ella y Paula, su hija, como beneficiarias.
Según dice Jaimes, ella actuó de buena fe y sin ninguna mala intención y que cuando recibió la petición por parte de Caya envío un requerimiento a la Superintendencia para modificar el documento y así quedaran los 3 registrados. Sin embargo, esto no fue así, ya que el ente solo le dio los derechos de la marca de Martín Elías a sus hijos, dejando a Dayana por fuera.
«Han sido meses difíciles en que a pesar de la existencia de tantas personas, la sensación de soledad del mundo que dejó la muerte de MARTÍN no se supera (…) en medio de esa mezcla de sentimientos, que conjugaba el dolor por la intempestiva ausencia de mi amigo, compañero, y esposo, en el momento que sin duda se había abierto para él un porvenir dorado, con la tristeza de saber que no lo volvería a ver y tener que aceptar que nuestra hija, su Purry, PAULA, no crecería con su padre, la emoción que producían las sobrecogedoras pero vivificantes muestras de cariño de sus MARTINISTAS, costaba y era difícil entender la pillería y los indignantes abusos que de manera insensible se levantaron para explotar, de manera oportunista, su identidad, su trabajo, su imagen, su buen nombre, sin respetar la tragedia por la que atravesábamos.
Fue en medio de esa situación, que, en un intento ingenuo, pero de buena fe, por salvaguardar el nombre de MARTÍN, sin ninguna intención oscura, solicité el registro como marca de su nombre artístico, su imagen y su firma, sin pretender nunca desconocer o afectar los derechos de nadie. También es cierto, que dentro de tal trámite se presentó una oposición para que apareciera su otro heredero (Martincito) como beneficiario del registro de la marca en caso de ser concedida y así procedí. Modifiqué la solicitud incluyéndolo no solo a él sino nuestra hija para que se nos reconociera la marca, cambio que no fue tenido en cuenta por la Superintendencia de Industria y Comercio en la negación inicial del registro, ante lo cual nuestro apoderado interpuso un recurso de apelación, que es el que acaba de ser resuelto por la Superintendencia con la confirmación de la decisión anterior. De todas maneras, es claro que, por nuestra hija, por el amor a MARTÍN, por respeto a su seguidores, desde este lugar en que me puso Dios, a pesar de los tropiezos, envidias, oportunismos para explotar, indebidamente lo que representa la leyenda del “GRAN MARTÍN ELÍAS”, no desfalleceré en el empeño de preservar su identidad y la imagen que con tanto carisma construyó MARTÍN, para q no se pierda o distorsione su huella.La tarea no es fácil y las fuerzas».
Ante la decisión de la Superintendencia de Industria y Comercio, muchos lo tomaron como que Caya había ganado su primer juicio contra James para que la mujer no se quedara con todos los beneficios y dejara por fuera a su hijo Martín, sin embargo, Dayana quiso aclarar que respeta esta decisión, le parece justa y seguirá trabajando por conservar el nombre de su esposo.
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